9 de diciembre. Colonia Actipan, CDMX.
Desde noviembre del 2023 que asisto a terapia psicológica de manera constante. En aquel entonces pasaban muchas cosas a mi alrededor y hacía falta que alguien me ayudare a darle orden, a priorizar y a entender por qué y para qué ocurrían tantas situaciones. Era necesario alguien neutro, distante al contexto que rodeaba todo eso. Aquí aparece Raquel, mi terapeuta desde entonces.
Raquel es paciente, asertiva, inteligente y muy atenta a todo lo que se le cuenta. No hemos hablado tanto al respecto pero lleva muchos años siendo terapeuta. Acompaña a sus pacientes en todo lo que les acontece, en sus decisiones, en lo que controlan y en lo que no se puede manejar, como lo son casi todas las cosas en la vida. La ilusión de control, de toma de decisiones, de poder elegir un camino es universal, no distingue a nadie. Sin embargo, seguimos creyendo que podemos cambiar, que podemos redirigir todo, que es fácil volver a comenzar.
En esencia, todo cambio es posible pero hay que luchar contra un montón de cosas: prejuicios, ideas preestablecidas, programación (educación) desde la infancia, creencias, credos, dogmas, valores, moral, ética, etc. Muchas de esas situaciones no están ni cerca en nuestro rango de control y mucho menos en las decisiones que podemos tomar. Parte de la terapia psicológica es aceptar que hay muchos factores a nuestro alrededor, muchos más de los que podemos controlar y eso está bien, hay que aprender a soltar y a movernos sin tanta estructura.
El tiempo pasó, la rodilla se rompió, la cirugía pasó, se regresó al trabajo y aquí seguimos. Unos cinco meses después de comenzar a ver de forma regular a Raquel, ella sugirió que iniciáramos un tratamiento de Fluoxetina, un antidepresivo bastante noble y de libre circulación para tratar una distimia, una depresión prolongada que nunca ha sido incapacitante pero que lleva ahí bastante tiempo molestando. Así que henos aquí tiempo después siendo bastante defensor de los tratamientos medicados, sobretodo de la Fluoxetina.
Todo está bien, todo va a estar bien y todo tiene solución. Tal vez no serán los finales ni las metas que planteamos en un inicio pero todo, sin dudarlo, llegará a su fin de la mejor forma: relaciones amorosas, familiares, laborales; amistades, pasatiempos, intereses; lugares, negocios, gustos… todo terminará y, al final, nuestras propias decisiones no tendrán mayor impacto.





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